Diez Prismas en el paisaje literario: Un taller para variar las perspectivas de la mirada que cada autor y autora privilegia.
Tomando como modelos algunos cuentos escritos por autores y autoras que cultivaron el género, buscamos «aproximarnos a cuentos que surgen de un hecho cuyo significado no está resuelto. Un hecho que proviene de la vida vivida, real o mental, un hecho que se deja brillar en la oscuridad, desafiándonos a un enfrentamiento con la revelación a través de la sorpresa».
Intentamos abordar perspectivas distintas, mirar con un prisma personal la historia que vamos a contar y construir nuestros propios significados con un tratamiento dado en cada consigna: lo onírico, lo filial, lo moral; la perspectiva de la creencia, de la sospecha, de la fuga interior para recuperar la subjetividad.
Leeremos a cultivadores no solo del relato breve como Borges, Paz y Arreola sino renovadores del modo de contar desde lo onírico, lo carnavalesco, lo irreverente, tal es el caso de Charles Bukowski; comprender cómo se ejercita un tono de impasibilidad frente a la tragedia a la manera de Stig Dagerman, o cómo crece el personaje de un niño pequeño desde el silencio, con un cuento de Antonio Di Benedetto.
Autoras clásicas visitadas y revisitadas que no se agotan, que iluminaron el siglo XX con su escritura, como Clarice Lispector, Lucia Berlin o María Luisa Bombal y refrescar la mirada con la inclusión de una autora boliviana de este siglo que ha sembrado en el llamado "nuevo gótico latinoamericano".
Taller de cuento: Diez rendijas para comprender el mundo.
Se ha dicho que el cuento es una mentira que sirve para decir la verdad, que es mentira pero no es falsedad. Quizá la palabra "mentira" suene demasiado fuerte pero ilustra de modo muy exacto lo que implica la escritura de ficción.
Si bien nuestros escritos contienen esa sustancia humana de la que estamos hechos y cuando escribimos vamos dejando huellas de nuestras vivencias, la esencia de la ficción es un suceder imaginario.
Su propósito, como el de cualquier creación artística es articular e indagar en la experiencia de existir en el mundo, de pertenecer a la imperfecta especie humana y de apreciar sus posibilidades de horror y belleza.
El cuento supone un pasado absoluto, en cuanto sus primeras líneas entrañan ya, una acción definitivamente ocurrida. En cambio en la novela la historia y el desenvolvimiento ocurren en una misma actualidad, se confunden con la acción y son contemporáneos del lector. En otras palabras, el suceso que ya pasó al comenzar el cuento, apenas se inicia al empezar la novela.
No debería haber ni una sola palabra que aparte al cuento de su desenlace.
El cuento es un orbe cerrado y finito. La novela es un mundo abierto y, en principio, ilimitado.
El cuentista indaga y define. Su actividad es demostrativa.
Son ranuras: por ellos nos asomamos a historias acontecidas a personajes que se mueven en tiempos y en espacios definidos. Son paradojas porque nos revelan el conflicto que distingue a un cuento de un relato, el personaje se siente jalado por dos fuerzas que tiran para lados opuestos con la misma intensidad. Son reflexiones porque el cuento ofrece una puerta de salida a ese conflicto. No siempre feliz, pero siempre humano.
Nos acompañaremos de la lectura de buenos cuentos que servirán como modelo para nuestras propias creaciones. Revisaremos algunas autoras latinoamericanas que han emergido al panorama de las letras en años recientes o del siglo XX: Samanta Schweblin, Mariana Enriquez, Vera Giaconni, María Elena Llana y un atisbo a una autora del siglo XIX, ganadora del Pulitzer, Katherine Anne Porter.
Nos acercaremos a autores icónicos cuya lectura permite comprender algunas técnicas narrativas y los modos diversos de manejar el conflicto que todo cuento plantea: Octavio Paz, Carlos Fuentes, García Márquez, Horacio Castellanos Moya, Julio Cortázar.
Autores cuya escritura nos ilustra el manejo de tonos y estructuras diversas: Saki, Akutagawa, Ambroce Bierce.
El cuento sucede en una sola estancia: imposible entrar y salir de ella sin experimentar un cambio; es necesario que el cuarto donde suceda el relato tenga buena acústica, la voz debe escucharse con claridad todo el tiempo, sin perder una palabra, pero al mismo tiempo comunicar una sensación de amplitud, así los ecos que produce permitirán conjeturar la dimensión mayor del edificio.
Las palabras de Luis Jorge Boone inauguran este Taller de Cuento en la Primavera del 2023.
Diez habitaciones para el cuento; diez maneras de habitar una historia; diez estancias donde las historias ocupan el espacio interiorizado del cuentista y del lector.
Y de nuevo: Los cuentos como relámpagos que iluminan de pronto un aspecto de la realidad.
Con finales inesperados pero inevitables, sabemos que aunque el cuento se acabe, nunca termina, permanece viviendo en esas entrañables biografías que todos tenemos de las historias que nos han contado en la vida.
Escribimos una historia, para contar otra, y esa, la historia secreta, es la que nos revela que todos estamos hechos de lo mismo: sueños, dolores, anhelos, pérdidas, alegrías, fugacidad.
Corregimos para encontrar la escultura dentro del bloque de mármol. De continuo perfeccionamos nuestro lenguaje leyendo.
Las habitaciones que habitan estas historias, son meramente como huellas en una isla, como modos de encontrar inspiración para nuestras propias historias.
Bienvenido/Bienvenida a este Taller Sin Margen.
Bienvenidos a este Taller de Proyectos Narrativos, de otoño, 2022 y Primavera 2023
Las sesiones se han programado con una frecuencia quincenal con la intención de dar suficiente tiempo entre una y otra para la reflexión, la escritura, la corrección.
En la primera sesión podremos hablar de los proyectos de cada cual. Sería genial que ya leyéramos el primer texto.